Este día, esta hora, quiero librarme de ti.
Del ti que no cambia ni cambiará.
De ti, por cierto, que nunca pretendí cambiar.
Creo en el pensamiento de Onfray. Tú sabes, el problema no sería problema si tan solo optaras por la honestidad.
En fin, hoy abro la puerta de mi jaula y me siento en la mecedora a observar la vida pasar.