venerdì, marzo 19, 2004

Como para decir algo importante... Sin embargo, no siempre la inspiraciòn llega cuando más se la necesita.
Estuve haciendo un par de experimentos.
¿Por qué la gente necesita ser escuchada?
¿Por qué no toda la gente sabe escuchar?
¿Por qué sólo nos gusta ser escuchados por cierto tipo de personas?
No lo sé... lo que sí sé es que hay una gran necesidad de expresarse... por eso existe el arte... La danza, la música, la literatura, la escultura, la arquitectura... todo es una búsqueda para expresar los sentimientos y verlos plasmados en algo concreto.
El mar de ideas que surge dentro de un cerebro es tan extenso que resulta imposible contenerlo dentro del ser. Por eso es que el humano busca que sus ideas trasciendan a donde, fisicamente, èl no puede llegar.
¿Por què nos cuesta tanto trabajo reconocer que necesitamos que alguien nos escuche?
Principalmente, creo, que es por cuestión de vulnerabilidad. La sociedad actual impulsa a los individuos a vivir en una constante lucha. Exige que los seres demuestren que son más fuertes. Así, el reconocer que se necesita un oyente, pues es como reconocer que se es vulnerable; perdiendo con ello fortaleza ante otros; se está en desventaja ante quienes no tienen ese tipo de necesidades emocionales.
Todo esto viene a colación porque he sido duramente criticada por necesitar un auditorio que me escuche -o que me lea-, no obstante, descubrì que la persona que más duramente me ha criticado durante años por ese hecho... ¡se ha buscado cientos de personas que la escuchen!
Ha obligado -esa es la palabra- a que seres inocentes sean sus fieles oyentes... abusando de la clara ventaja que tiene.
Hoy, quiero reconocer que me gusta tener quien me lea y me escuche. Que a cambio puedo dar, también, mucho tiempo en leer y escuchar a otros.

domenica, marzo 14, 2004

Pues bien, aquì sigo. Màs confundida aún. Sé que podria parecer bastante loco, pero no lo es tanto.
Aún no desespero lo suficiente. Podré sobrevivir un poco más.
No te dan alternativas. Pero sólo hay un camino ¿no es asì?
Bueno, pues a tomarlo con el valor con el que se enfrentan las cosas.
A cerrar ojos, oidos, y mente ante lo que no puedes cambiar. No está en tus manos. Déjalo en manos de quien corresponda.
Hay un millón y medio de cosas que sí está en tus manos y hay dos o tres que de hecho están sujetas a ellas. Vamos, no desfallezcas... ¿Quién ha dicho que las cosas son fáciles?
Por lo demás, pues no hay más ciego que quien no quiere ver, ni más sordo que quien no quiere escuchar (y esto último creo que està màs claro que el agua)
Ya no te humilles. Tú sabes la verdad. Y créeme que hay cosas por las que no vale la pena mirar atrás...