venerdì, giugno 17, 2011


No me sorprende el calor, sólo es que en tardes como esta me parece que el calor cocina mis ideas como si fueran un elote en una olla de vapor.
Es curioso porque las tardes en sí, siempre pienso en la oportunidad de asomarme a la ventana y huir... a cualquier parte, pero huir.
Sin embargo, esta tarde en particular veo que no hay muchas opciones y que el calor, avasallante, realmente me asfixia. Caray, me es difícil reconocer que extraño el aire acondicionado de aquel sitio lúgubre... Sinceramente, estos días realmente me dan la oportunidad de valorar lo que tengo lejos de aquí.. lejos de estas paredes y de este calor... lejos de estas manchas en el techo que parece me persiguen desde hace años... "Por cierto, al techo no le haría nada mal una mano de pintura..."