venerdì, luglio 16, 2004

No sé ni qué decirte... Te estaba observando (en mi mente) hace un momento ¿por qué sigues y sigues ahí?
Dicen los que dicen, que una obsesión así sólo deja entrever dos cosas:
1) La persona tiene un bajísimo nivel de autoestima
2) Se ha vuelto codependiente
Sin embargo, no es este caso. Lo analicé desde el principio. Lo reitero: Sólo dos necesidades diferentes, unidas para no estar solas.
Quiero suponer que es algo no racional que la propia mente crea para no caer en el abismo de la locura... De hecho, hace tiempo leí en el Boston news que perder la razón es una reacción de autodefensa del ser.
Tiene lógica.
Como los sueños. ¡Cómo me gusta soñar! Ahí no he encontrado ningún límite, ninguna censura... No hay nada como dejarse envolver en esas olas de historias fantásticas que no tienen ni pies ni cabeza.
Y otra vez, tú en mi mente...
 
Me cancelaste a último momento... Quién te crees para hacerme eso ¿eh?... No quisiera ser mala onda... pero me conozco y sé que no saldré contigo en un buen rato...